Fugas de gas natural conocida en Boston. (Crédito de la imagen: EDF)
La falta de supervisión por parte de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de tuberías de distribución de gas natural es responsable de la liberación de millones de toneladas anuales de metano, un gas de efecto invernadero 25 veces más potente que el CO2, según un informe publicado hoy por la Oficina de esa agencia del Inspector General.
El estudio encontró que la dependencia de la EPA sobre el cumplimiento voluntario de la industria con las directrices, en vez de regulaciones, permite que el equivalente de 13 millones de toneladas métricas de CO2, a la fuga de las tuberías de envejecimiento de cada año. La mayoría de las fugas se cree que provienen de 93.000 millas de la antigua fundición y tuberías de hierro forjado, con la mayoría de ellos (82%) en sólo diez estados: Nueva Jersey, Nueva York, Massachusetts, Pennsylvania, Michigan, Illinois, Connecticut, Maryland, Alabama y Missouri.
Una introducción al informe encontró que:
La EPA ha puesto poca atención y la atención en la reducción de emisiones de metano de las tuberías en el sector de distribución de gas natural. En 2012, la EPA declaró su intención de continuar evaluando la conveniencia de regular el metano.
El Plan de Acción por el Clima 2013 pide la EPA, en conjunto con otras agencias federales, para desarrollar una estrategia integral interinstitucional para hacer frente a las emisiones de metano. La EPA no tiene actualmente a regular las emisiones de metano del sector de distribución y no se ha asociado con la tubería y Peligrosos Administración de Seguridad de Materiales, que regula la seguridad de las tuberías, para controlar las fugas de metano. La EPA tiene un programa voluntario para hacer frente a las fugas de metano-Natural Gas STAR-pero sus esfuerzos a través de este programa se han traducido en reducciones limitadas de emisiones de metano de las tuberías de distribución. Esto se debe en gran parte a las barreras económicas y políticas, incluyendo falta de incentivos para las empresas de distribución para reparar fugas peligrosas.
La agencia debe abordar cuestiones adicionales para evaluar mejor el progreso del programa voluntario y determinar si se justifican las regulaciones futuras. La EPA tiene que fijar metas y realizar un seguimiento de su progreso en la reducción de las emisiones de las tuberías de distribución a través de su programa voluntario. Además, la EPA tiene que evaluar los datos de estudios externos en curso para determinar su utilidad para validar o actualizar sus factores de emisión de tuberías de distribución. Los factores de emisión que los usos de la EPA se basan en un estudio de 1996, que tiene un alto nivel de incertidumbre. Dos grupos no EPA están llevando a cabo estudios que pueden ser útiles a la EPA. Sin embargo, la participación de la EPA en el diseño o los protocolos de estos estudios ha sido limitado.
Para leer el informe completo, haga clic aquí.